
 $ 25000 / Poesía
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De amor y travesías
La poesía de Germán Rojas no consiste en representación, definida como volver a
presentar algo ya conocido, sino en exteriorizar aquello que genera en su espíritu la
aparición sensorial de realidades concretas. De manera similar sucede cuando
Rojas retorna a "la patria recobrada, utilizando múltiples metáforas en el esfuerzo
por definir qué es. El ha regresado a un Chile que es el propio, pero ese poeta que
partió de Chile alguna vez, ya no es el mismo; luego, ha regresado a una patria
nueva, solipsismo mediante. Solamente la genuina poesía permite magias similares.
Luis Benitez, escritor
La palabra poética, en De amor y Travesías, irradia luz mientras hilvana con
dulzura amores en plural (a padres, antepasados, mujeres, amigos, poetas, lugares
sueños). Los amores pueden durar instantes y marcar la vida o viceversa, y las
travesías son puntos donde la memoria ata sus hilos desperdigados por doquier.
Pero la matriz es el Chile recuerdo, el Chile infancia, el Chile que expulsa a Germán
Rojas a un exilio del que retorna para anclar con un "gracias a la vida" entre sus
líneas.
Nora Strejilevich, escritora
Este libro comienza recorriendo el mundo Maya y luego de múltiples travesía
ta físicamente retorna a Chile, del cual fue desooiado, como Ulises a Itaca. F
entonces, ya maduro, añora lo vivido, ciudades, amores, sentidos, luces y
ambientes, sobre todo Italia, que lo acogió en tiempos de exilio. Entre amores y
travesías, la vida del poeta va quedando desperdigada, dispersa. Ahora intenta
rearmar el rompecabezas en estos versos. El lector queda desafiado a intentar vivir
con sus recuerdos sin sucumbir a la desolación.
José Antonio Viera Gallo, embajador de Chile
Así escribe: Necesito una copa de vino para adormecer los recuerdos, para apaciguar lo que no fue, para resucitar lo que fue cuando yo no estuve. Dije adormecer porque desde hace años me chicotean la espalda los recuerdos de mis abuelos paternos que no vi morir. Dije apaciguar porque para mí mis abuelos no murieron, ya que yo no fui testigo de sus últimos suspiros. Dije resucitar porque nunca he podido dar fe de su muerte en esta tierra. Y venga otra copa de vino para celebrar ser nieto de mis abuelos muertos, de sus sonrisas acogedoras, de sus mimos que aquietaron mis sueños de niño, de sus caricias que me hicieron comprender que yo venía de sus mismos orígenes antequeranos y mapuche. Y otra vez otra copa. Por las tres décadas transcurridas desde la última vez que fui a verlos, a la desembocadura del río Bío-Bío. En realidad, solo fui a ver esa vez a mi abuela agonizante. Mi abuelo ya se había hecho nube en los ocasos rosa del río Andalién, cuando yo vivía en el exilio. Durante todo este tiempo los he llevado dentro de mí en las ternuras suaves de los arenosos pliegues de mi corazón. Allí descansan ellos para mí y no en sus tumbas frías que acabo de ver por vez primera, en Concepción.
GERMAN ROJAS (1950)
Escritor y poeta chileno, es presidente del Comité de
Escritores y Escritoras por la Paz de PEN Internacional.
Entre 2021 y 2023 fue presidente de PEN Chile.
Desempeñó durante años su actividad poética en Italia,
donde su poemario, "María-María", obtuvo el premio
nacional de poesía "Vittorio Bodini" en 1987. En 2023 fue
reeditado en versión bilingüe en Italia. En 1998 publicó su
libro "El Árbol Quebrado", prologado por Raúl Zurita,
Premio Nacional de Literatura de Chile. Ha sido publicado
en antologías aparecidas en Chile, Eslovenia, España,
Francia, Honduras, Puerto Rico y Uruguay. Miembro de la
Sociedad de Escritores de Chile (SECH), ha participado en
recitales de poesía en Argentina, Chile, Croacia, Cuba,
Eslovenia, Estados Unidos, España, Italia, Suecia y
Uruguay.
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 $ 20000 / Biografía
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Nini Marshall, la hilaridad de una dama
Niní, mujer, tímida, guerrera en la vida, en el amor y el trabajo. Sencilla, buena amiga, buena
madre y profunda en sus convicciones. Fue, ante todo, la encantadora dama que brilló como señora
y como intérprete; de ocurrencia espontánea, generosa, caritativa y amiga presente.
¿Cómo se podrá describir su personalidad? ¿Como un enorme corazón lleno de madrigales y
melodías? ¿Como una prodigiosa, estupenda y privilegiada dueña de su casa engrandecida con el
don ancestral más importante que es el verbo? Se podrían escribir páginas y páginas, sin embargo
faltarían palabras para expresar el don del decir.
Magnífica y maravillosa. Recorrió los caminos de la vida iluminada por la luz del saber natural,
del lenguaje escrito y la expresión oral que inspiró a varias generaciones de investigadores. Niní
nos legó la difícil tarea de comprender lo incomprensible: el cómo de sus personajes.
Así escribe: Hablar de Niní Marshall es hablar de
humor, de coraje, de perfección, de
modestia, de humildad y de honorabi-
lidad. El humor fue el puente que usó
para comunicarse con una sociedad a
la que retrató con agudeza e ironía, sin
maldad ni agresión, sin falso pudor y
sin grosería.
El coraje lo demostró peleando un lugar
en un mundo machista donde a la mujer
se le permitía ser madre, ama de casa,
sirvienta, prostituta, bonita e ignoran-
te, pero donde había muy poco lugar y
reconocimiento para la capacidad inte-
lectual, reservada a algunas escritoras
y poetisas, y muchísimo menos para la
creación de la caricatura humorística y
paródica, terreno reservado al hombre
y donde Niní brilló como una de las
más interesantes creadoras del género
en habla hispana.
Elsie Yankelevich nació en Buenos Aires. Es nieta de Jaime Yankelevich,
pionero de l a radiodifusión y televisión argentina.
Realizó sus estudios de profesora en Letras y licenciada en Letras en la
Facultad de Filosofía y Letras de l a Universidad de Buenos Aires. Master
e n Literatura Norteamericana e Inglesa en l a Universidad de Bridgeport,
Connecticut, Estados Unidos. Doctora e n Letras, Lengua, Literatura y
Civilización Española en l a Universidad de Ginebra, Suiza, 2007, con tesis
"El radioteatro argentino como género de vanguardia desde 1929 a 1946",
con Mención de Honor y publicación de l a obra.
Desarrolló s u carrera profesional en el área de la docencia y la
investigación, así como también en l a traducción de textos de filosofía y
literatura del inglés/español y francés/español que realiza paralelamente
con l a publicación de sus libros.
Recientemente viajó a España para realizar tareas de investigación e n el
área de las comunicaciones.
Publicaciones .
L a visión histórica de Ezequiel Martínez Estrada, El cine mexicano en la
Argentina, De Enrique Telémaco Susini a Jaime Yankelevich, 1920 - 1946.
Guido Gorgati - Amanece con el espectáculo, 2008.
Premios:
Premio Malvinas Argentinas, 2002; Galardón Susini, 2006, otorgado p o r
Argentores; Consejo Profesional de Radio, Premio Raíces, 2007 y Premio
Raíces, 2009 |
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 $ 25000 / Novela
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Reunir
Reunir narra la historia de una familia que se enfrenta a los cambios que provoca el deterioro y la muerte de uno de sus miembros, la abuela. En el relato, compuesto en dos partes, Ruinas escrita de manera coral y Ruidos contado por el abuelo ya viudo, se acercan las vivencias, las percepciones, las angustias, los deseos y las decisiones, muchas veces contradictorios y en tensión, que transitan y toman la enferma y sus seres queridos, y ya después los deudos. La historia nos enfrenta a situaciones que inevitablemente ocurren y nos interroga acerca del por qué y del para qué de la vida, y bucea en la construcción de los recuerdos y la memoria, y en cómo se proyectan nuestros seres queridos en nuestras vidas. Cómo vivieron, qué nos dejan, qué significan, cómo encaramos la ausencia, el duelo y la presencia latente y viva de los muertos. Una familia integrada por unos abuelos, los hijos, los colaterales, los nietos y hasta una bisnieta, todos sin nombre y sin más identificación que la relación familiar que ostentan, nos permite reflexionar sobre estas cosas y sobre los sentimientos y las reacciones que generamos las personas. Mariano Liszczynski, con un leguaje preciso, logra sintetizarlo.
Así escribe:
Cabeceo, hago alguna cara, un gesto con los ojos o
con las manos; son movimientos cortos, toscos, pero que
transmiten algo; espero que no sea compasión ni pena, no
me gustaría, pero qué puedo pedir, si tengo todo roto…
La voz no me sale, los dedos me duelen, la columna se
me dobla y me aplasto contra el colchón o contra los
almohadones que colocan de respaldo para que se me
atenúe el dolor y esté cómoda, ¡cómo si no lo estuviera!
Quizá transmita eso: tranquilidad. Porque la tengo, a pesar
de mi deterioro y del dolor que les provoco. Yo sé qué
hice, que viví, que me di gustos; también tuve disgustos,
y ahora los disgusto con este estado mío.
Nacido en 1973 en Buenos Aires, Mariano Liszczynski es profesor universitario y escribir es parte de su rutina profesional. También lo hace literariamente con cuentos y poesía, y desde hace unos años con la novela. Vive junto con su esposa y sus mascotas en un barrio con mucho espacio verde que vibra con el fútbol. Es un lector empedernido, disfruta los encuentros con amigos y la familia, y le gusta apreciar la naturaleza, la buena música y buenas bebidas. Estimular la mente imaginando mundos que abstraigan de la realidad pero sean reales es algo que lo desafía.
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